Eres un gran jugador. Has observado la partida, conoces al contrario, sabes de él que te atacará por un costado.
Para, respira, intenta fluir, o por lo menos no hagas ningún gesto que denote tu punto débil. Porque no te atacará en él, lo utilizará para hacerte perder el control y apostar con billetes falsos.
Tú solo caes en su full. Otra perdida.
No lo sigas intentando, o estudias su jugada cómo un témpano de hielo, o simplemente, levántate de la mesa, dale la mano al ganador y cámbiate de mesa.
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